Se le había metido en la cabeza, sólo permitiría ser tocada o tocado –como a usted más le guste– en las noches de luna llena. Aunque mejor aclaro a tiempo, sólo manosearía sus órganos en las noches de luna llena, porque hace ya un tiempo que se había más que convencido o convencida –como usted más lo tolere– que debía aprovechar ser masculina y femenino o femenina y masculino –como más claro le resulte– a su favor. Así que se encerraba en su cuarto, comía dulces para pensar en cosas ricas. Apagaba la luz para que el sentimiento de culpa se demorara un poco en encontrarlo o encontrarla –según como se dieran las cosas– y mientras alguna chocolatina se derretía bajo su lengua, comenzaría a maniobrar.
martes, 11 de mayo de 2010
Unisex
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DANIELA HERNÁNDEZ
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2 comentarios:
oiga feliz estadia, favor comunicarse, gracias.
vea pues
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